Un Fondo Asesorado por Donantes (DAF) es una cuenta benéfica. Los titulares de DAF ingresan dinero en la cuenta y luego deciden qué organizaciones benéficas apoyar más adelante. Estas cuentas son gestionadas por organizaciones como bancos o fundaciones.

Así es como funciona: Cuando ingresa dinero en un DAF, no puede recuperarlo; se destina permanentemente a fines benéficos. Obtiene una deducción de impuestos de inmediato cuando deposita fondos. Después de eso, usted recomienda qué organizaciones benéficas reciben subvenciones de su fondo, ya sea de inmediato o en el futuro.

La organización gestora se encarga de todo el papeleo y de comprobar que las organizaciones benéficas son legítimas antes de enviar el dinero.

Es una forma cómoda de obtener beneficios fiscales inmediatos manteniendo el control sobre el destino final de sus donaciones benéficas.